Tras unos meses sin escribir,
¡vuelvo a la carga! para hablaros sobre la experiencia de la presentación de La aventura de Lucas.
Para los que no le conocéis,
Lucas es mi amigo. Tiene acondroplasia como yo y tenemos la misma edad. Lucas,
su hermana Mar, June y yo nos conocimos en Lesaka, en el primer campamento de
verano que organizó la Fundación ALPE.
Como sabéis, el campamento es un punto de encuentro para chicos y chicas
con y sin acondroplasia y consigue juntar a gente de todas partes. Lucas y Mar
son de Madrid, Izai y Oier de Erandio, Dani y Ainhoa de Zaragoza, Antón de
Santiago y si no hubiera sido por el campamento y los congresos de Gijón, no
nos hubiéramos hecho amigos.
Volviendo al tema, La aventura de Lucas es el título del
documental que cuenta cómo vivió Lucas su elongación y se presentó al público
el 14 de septiembre en la Casa Encendida de Madrid. Es un montaje que un
director de cine ha hecho con los vídeos que grabaron durante el alargamiento y
otras muchas imágenes de Lucas y su familia. Podéis ver los vídeos en el blog
de Lucas: http://laaventuradelucas.blogspot.com.es/
El objetivo de este documental es
dar visibilidad, dar a conocer nuestra realidad, la de verdad. Que la gente que
no sabe de la acondroplasia ni de cómo es nuestra vida, sepa que somos personas
que viven y sienten. También, a las familias que tienen hijos con acondroplasia
y no se han operado todavía, les viene muy bien conocer la situación a la que
se enfrentarán dentro de unos años.
El documental me pareció muy
bonito, contaba cómo era Lucas de pequeño, casi siempre salía con Mar y
sonreían. Luego, se le veía triste, le dolía, me hacía recordar lo que yo
sentía. Y al final, esa cara de orgullo por haberlo conseguido. Una de las
cosas que más me gustó del documental, es la imagen con la que empieza y
termina. Se ve el grifo de un lavabo que gotea desde la altura a la que Lucas lo
veía antes de alargarse y la nueva perspectiva del grifo con la última gota que
cae, desde su altura al final. Como me dijo Mar, significaba lo que había
crecido Lucas, desde dónde mira ahora todas las cosas.
El día de la presentación del
documental, era el chupinazo de fiestas de Zizur, pero decidí ir a Madrid para
acompañar a Lucas y a Mar. Era algo nuevo para mí, era emocionante. Había mucha
gente, gente conocida de la fundación que viven en Madrid, gente que no conocía
de nada y entonces llegó una persona especial para mí que se dio un abrazo muy
largo con Helena Rohner (madre de Lucas), Aitana Sánchez Gijón, una de las
actrices de la serie de televisión Velvet.
Aitana es amiga de Helena desde hace mucho tiempo y estuvieron embarazadas a la
vez, Helena de Lucas y Aitana de Teo, al que también conocí. Ella, es la voz
del documental. No llegué a ver a Bebe, la cantante, que ha escrito y canta la
canción del docu y dice “Y vuelta a empezar”, refiriéndose a la vuelta que
todos los días hay que dar al tornillo de cada fijador para alargar un
milímetro.
Mar, me ofreció sentarme a su
lado durante el documental y allí lo vimos, en primera fila. Durante la
proyección me surgieron muchas emociones: sentí como se me ponía la carne de
gallina al echar marcha atrás y recordar. Recordar, el momento de acidez cuando
me limpiaban las heridas, el dolor nocturno, el ánimo de mis amigos, y la satisfacción
y el orgullo que siento por cómo superé todo aquello.
No todos hemos vivido la
experiencia de la elongación como Lucas. Yo me operé un año después y siento mi
experiencia distinta. En cada casa es diferente, pero lo mismo. Hay que pasarlo
todo igual, pero cuenta como es cada uno, tu familia, los amigos, muchas
cosas…y no nos enfrentamos a las situaciones de la misma manera.
Al final, Lucas salió porque
querían hacerle preguntas, pero no sé si tenía muchas ganas de contestar o es
que ya no le interesaba recordar. Todos quieren saber si ha merecido la pena, ¿tú
qué crees?
Luego, fue un rato de charlas,
presentaciones y fotos. Yo me hice una en grupo con Aitana, aunque en realidad
quería sacarme una, ella y yo solas. Nos fuimos a una taberna a tomar algo, yo
con Mar, Lucas y Teo. Todos se marcharon y los pocos que aún quedamos, fuimos a
cenar, no podíamos desperdiciar la estupenda noche que hacía en Madrid.